SETENTA BALCONES Y NINGUNA FLOR
Setenta balcones hay en esta casa,
setenta balcones y ninguna flor.
¿A sus habitantes, Señor, qué les pasa?
¿Odian el perfume, odian el color?
La piedra desnuda de tristeza agobia,
¡Dan una tristeza los negros balcones!
¿No hay en esta casa una niña novia?
¿No hay algún poeta bobo de ilusiones?
¿Ninguno desea ver tras los cristales
una diminuta copia de jardín?
¿En la piedra blanca trepar los rosales,
en los hierros negros abrirse un jazmín?
Si no aman las plantas no amarán el ave,
no sabrán de música, de rimas, de amor.
Nunca se oirá un beso, jamás se oirá un clave...
¡Setenta balcones y ninguna flor!
Baldomero Fernández Moreno
Si vemos un balcón florido pensamos que hay vida en la casa, más allá de ese balcón, y qué bonito es! Pero a mi, que me gustan también los rincones desolados, un balcón solitario me despierta la imaginación.
ResponderEliminarEl poema es precioso.
Besosss
¡Hola, Carmen!
ResponderEliminarEl poema me ha gustado. Como a Nena, también me gustan los balcones vacios, sobre todo si son tipo antiguo. Los balcones con flores, me recuerdan a mi madre que siempre los tiene llenos de flores.
Una entrada la de hoty fantástica.
¡Besotes y feliz martes!
Me encanta fotografiar los balcones todos tienen su encanto. Un abrazo
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